Otra vez esa maldita línea que se empeña en adelgazar. Separa lo que es de lo que puede ser, pero si la rompes y no es, ya no volverá a ser lo que es. Tu límite, mi límite. Estoy en el alambre y me tambaleo cuando sonríes. ¿Cruzas o cruzo? Mejor ninguno.
Ojalá que te crezca un bubotubérculo en la nariz…
No hay comentarios:
Publicar un comentario